martes, 1 de abril de 2008

En un pueblo con moscas...


¿A quién pueden gustarle las moscas?
Sucias, marginales, transmisoras de enfermedades, molestas, feas y muchísimas cosas más, que sinceramente no engalanan, bajo punto de vista alguno, la opinión general que se pueda tener de ellas.

No hay lugar en el que no habiten dichas criaturas. Montes, cerros, playas, riveras, ciudades, villorrios y pueblos – tal como este o como cualquier otro-, bosques, selvas, casas, departamentos, chozas o mansiones, da lo mismo. Siempre estarán presentes, de una u otra forma.

Se les puede ver como tales, moscas simplemente; que cumplen una función natural, encomendada desde siempre por lo que ellas son en sí, o como una plaga molesta; en este caso se piensa en uno y en su comodidad, en el carácter que su entorno puede tomar en el caso de existir éstas, un afeamiento de proporciones casi bíblicas, rechazando con asco la existencia de dichos insectos, no importando si el origen es anterior al nuestro o no, simplemente basta con ignorar los hechos (o hacerse el ignorante, que es mas simple).

Y Madtown tiene moscas.

Es que, en un pueblo con moscas la posibilidad que la vida germine es mas cierta que en aquellos en los cuales solo los bellos e insípidos insectos deambulan; pueblos o villas que prefieren que cualquier afeamiento sea separado, alejado, puesto en lugares periféricos, lejanos a la vista.

En
un pueblo con moscas, la diversidad se respira, pueden parecer un tanto desagradables, pero son parte del todo, y sin el todo, obvio las cosas quedan en nada.

En
un pueblo con moscas, no existe ser inferior o superior, solo seres existiendo, cohabitando, realizando cada cual su labor.

Y
así es Madtown. O al menos intenta serlo.

Y
sus moscas son aguerridas, pensantes, y también respetuosas. Aceptan a sus congéneres; siempre y cuando éstas no traten de desvirtuar el espíritu del pueblo.

Ahora,
en estos mismos instantes, las moscas están presentes en todo Madtown, pero aguardando. Quizás no estén tan visibles como de costumbre, ya que se han visto obligadas a disimular su presencia, pero de seguro reaparecerán pronto, y el pueblo continuará en su crecimiento, en su vivir, no con grandes opulencias, solo ahí, como un lugar escondido a todo, con aquel toque de magia… Bueno, simplemente como Madtown es, nada más…

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